En el año 2010 el Maestro Rafael Rabec  comenzó una etapa enfocada al universo, donde rodeándose de vibrantes colores y formas celestes, logra crear radiantes manifestaciones plásticas relacionadas con el Cosmos, que impactan al espectador con su belleza.

El artista se zambulle en esta infinitud, creando una colección de aproximadamente 380 obras sobre los planetas de nuestro Sistema Solar, estrellas, cometas, asteroides, grietas volcánicas, supernovas, explosiones siderales y otros fenómenos cósmicos.

El maestro decide incursionar en este mundo del cosmos a partir de la consulta de diversos materiales astronómicos que lo inspiraron a desarrollar todo un firmamento de galaxias y vías lácteas imaginarias y distantes muy a la par también llega una etapa de accidente, la cual lo lleva a experimentar con la pintura abstracta.

En esta exposición tendremos la oportunidad de apreciar una muestra de la última etapa y composiciones artísticas del maestro Rafael Rabec quien en su visión nos permite ver que existen otros mundos más allá de nuestro horizonte.

 La exposición Espejismo Cósmico reúne una selección de obra abstracta y cósmica del Artista Rafael Rabec, improvisaciones creadas espontáneamente con la capacidad de captar un acorde interior y dejarlo cautivo en el lienzo, imponentes coloridos básicos y complementarios combinados con vibrantes explosiones siderales.

El arte abstracto de Rabec se concreta en lienzos con una materia pictórica extremadamente pulida, de extraordinaria calidad de cromatismo vivo y gran simplicidad  de composición, mostrando toda la pureza del color de manera profunda y exquisita.

Después de medio siglo de trabajo Rabec creó 800 pinturas, 400 esculturas  y más de 1200 dibujos, durante su vida siempre mantuvo un admirable espíritu creativo.

El cosmos es infinito, crece sin parar, se expande, las estrellas nacen y mueren, revientan en luz dándonos un espectáculo maravilloso, que enciende hasta lo más recóndito de nuestro ser. Esta visión del cosmos de Rafael Rabec nos ha secuestrado en azarosos viajes por el  tejido del universo, que aún peligroso no escatima en dejarnos ver y sentir la entrega total de lo creado. De vez en cuando, transitaremos por grandes planetas, o bien por galaxias plagadas de agujeros negros o de «enjambres» de asteroides, auténticos campos de minas en el espacio, nebulosas que muestran la inigualable majestuosidad de la Creación.

Nacemos, vivimos y morimos sobre un cúmulo suicida de materiales astrales haciendo analogía con constante cambio y movimiento que hay en el Cosmos que nos presenta. Donde todo tiene un lugar y propósito, nada se deja al olvido.

De esta manera, RABEC va más allá, y lo deja en claro al momento de cuestionarse.

¿Cómo podemos sobrevivir sin entender, sin saber, de lo que somos parte?

Y entonces pongamos un poco de atención, ha volteado sus ojos al cielo, leyendo en él los misterios más profundos de su composición y admirando en su entera inmensidad.

Sobre el tema el maestro RABEC decide incursionar en este mundo del COSMOS, a partir de la consulta de diversos materiales de astronomía, decidió trabajar apasionadamente, y empezar a desarrollar todo un Universo Cósmico de Imágenes de Galaxias y vías Lácteas Imaginarias y Distantes.

Estrellas, mundos distantes que se agolpan en la mente del Artista, empezando, por su sensible creatividad, haciendo hallazgos de imágenes en su mente, nada fácil, para la completa relación del Universo personal que él ha creado y con lo que seguramente se inspiró con los libros y materiales acerca de la Astronomía,   RABEC empieza a relacionarse y zambullirse en su COSMOS, como él lo define, creando una Colección de alrededor de 340 pinturas de gran formato y 280 dibujos sobre los planetas de nuestro sistema solar, estrellas del firmamento, cometas, asteroides, grietas volcánicas, supernovas, explosiones siderales y otros fenómenos del cosmos.

En su obra no nos habla de mundos imaginarios, nos lleva al centro mismo de la estrella destruida donde nos muestra sus restos, los denominados púlsares, soles que giran sobre sí concebidos por el mismo Artista, emitiendo haces de luz y destellos iluminantes en cada pincelada con gran exactitud, que da al espectador una sensación de que la imagen vive y se siente esta situación como algo real, actuando en nuestras mentes como faros naturales de Luz y reconocimiento de nuestro origen y lugar dentro de la Creación.

Así es como surge la idea del Artista de un CÓSMOS, y él nos la interpreta en impresionantes imágenes, de ahí creamos en nuestra mente, el simple pensamiento, que nos evoca a sentir que somos únicos e irrepetibles en el UNIVERSO, y que somos parte de un TODO, llamado COSMOS.